Fincas de mayor extensión ubicadas en el término municipal de Gargüera e indicación de las hectáreas que ocupan. (*)
| orden | Nombre-dehesa | hectáreas |
| 1 | La Torre | 1500 |
| 2 | Jarala Torre | 642 |
| 3 | Mijares | 355 |
| 4 | Las Navas | 253 |
| 5 | Dehesa Vieja | 177 |
| 6 | Junta de “colá” | 73 |
| 7 | La Quebrada | 54 |
| 8 | Castillejos | 52 |
| 9 | El Sajurdón | 52 |
| 10 | Lote 6 (Dehesa Boyal) | 50 |
| 11 | La Capitana | 37 |
| 12 | Lote 12 (Dehesa Boyal) | 24 |
| 13 | El Barderón | 20 |
| Total | 3289 | |
| Total | Municipio | 5152 |
* 1 km2 = 100 ha.
* 1 ha = 100 x 100 m = 10.000 m2.
Dehesas y terratenientes en Extremadura.
Fernando Sánchez Arroyo.- 1993.
Página 73 y ss.
En la mayor parte de los pueblos de la zona de Plasencia-Sur (entre los que se encontraba Gargüera) el adehesamiento a principios del siglo XX era algo tradicional. La Iglesia y la nobleza se repartían sus mejores dehesas.
En Gargüera existían:
| 2 dehesas entre 100 y 250 ha. | total: | 359 ha. |
| 2 dehesas entre 100 y 250 ha. | total: | 359 ha. |
| 2 dehesas entre 250 y 500 ha. | total: | 629 ha. |
| 1 dehesa entre 500 y 1000 ha. | total: | 666 ha. |
| 1 dehesa de más de 1000 hectáreas ha. - (Dehesa de la Torre) | total: | 1.503 ha. |
Página 414 y ss.
Familia Alcalde. (anteriores propietarios de la Dehesa de la Torre)
El creador del patrimonio familiar en Cáceres fue Joaquín Alcalde, comerciante madrileño, que en los años del Trienio Constitucional (1820-1823) compró al Crédito Público parte de una gran dehesa en Montehermoso. Un descendiente, Joaquín Alcalde Casal, también destacado miembro de la oligarquía madrileña, continuó la obra que había iniciado su antepasado y le dio el empuje definitivo, en el último tercio del XIX, al patrimonio, que ya por entonces tenía notables ramificaciones en Badajoz.
Joaquín Alcalde Casal, adquirió, a lo largo de dos décadas, un conjunto de importantes fincas, reducidas en número, pero de gran riqueza. Parte de ellas procedían de Ramón Rodríguez Leal, cuyas actividades como intermediario en el mercado de la tierra cacereño era muy importante. En los últimos momentos del Sexenio Democrático (1868-1874) le compró varias dehesas en Plasencia y Malpartida de Plasencia. Una de las fincas de Gargüera había sido propiedad tradicional de la nobleza (Vizconde de García Grande). Se trataba, pues, de un relevo oligárquico: Joaquín Alcalde formó su patrimonio a base de compras a particulares cuyo centro de interés se hallaba en Madrid. Esto se confirma con la última expansión del caudal familiar. En 1890 compró a Ventura de Castro, también de Madrid, la dehesa del Espadañal, en Navalmoral de la Mata, 2.716 Has., una de las mayores y mejores fincas de la zona, situándose entre los primeros de la provincia (Joaquín Alcalde Casal llegó a figurar en el 8ª lugar de la relación de grandes terratenientes de 1901).
Aunque pocos años después se inició la disgregación del patrimonio, la familia Casal ha seguido como propietaria en la provincia hasta tiempos recientes. Al comenzar el siglo XX los bienes se repartieron entre sus herederos, Joaquín y Carmen Alcalde Fernández, que procedieron a enajenar algunas fincas. Ya en 1908 la riquísima dehesa de Montehermoso se vendió a un trashumante salmantino (Matías Sánchez Cobaleda). En años posteriores se vendieron otras fincas, sin embargo todavía en nuestros días la familia Alcalde seguía siendo notable propietaria en la provincia de Cáceres.
El patrimonio de la familia Alcalde (Joaquín Alcalde Casal) a fines del siglo XIX era el siguiente:
| en Navalmoral de la Mata | 2.716 has. |
| en Malpartida de Plasencia | 2.401 has. |
| en Gargüera | 2.137 has. |
| en Plasencia | 1.454 has. |
| en Montermoso | 1.294 has. |
| Total: | 10.102 has. |
Los vecinos de Gargüera disponen del 37 % del espacio total de su municipio. El resto pertenece a personas que son de otros lugares. Es un claro ejemplo del latifundismo, tan frecuente por estas tierras.
Las dos grandes fincas de La Torres y Jaralatorre superan con creces el espacio disponible por los vecinos del pueblo.
Este panorama era realmente lamentable en otros tiempos, cuando en nuestro pueblo vivían más de 1.000 personas y toda la riqueza estaba basada en las labores del campo.